Caños de Carmona
Su denominación se debe a la puerta por la que entraba el agua en Sevilla (puerta de Carmona), ya que el líquido elemento provenía del manantial de Santa Lucía en Alcalá de Guadaíra. Sevilla se veía abastecida gracias a un acueducto configurado por arcos de ladrillo en dos órdenes superpuestos. Esta obra siempre ha generado un debate sobre su origen musulmán o romano. Muchos historiadores sitúan su construcción hacia los años 68 – 65 a.C, época de Julio César como cuestor de la ciudad, pero fueron rehechos prácticamente por completo por los musulmanes.
Durante la época almohade, este finalizaba en la puerta de Carmona, donde había sido construido un gran depósito desde el que se distribuía el agua hacia diversos lugares de la ciudad, siendo utilizada por las clases más pudientes, para el riego en las Huertas del Rey (Buhayra), los Reales Alcázares, además de dar suministro a algunas fuentes públicas.
Fue el califa Abu Yaqub Yusuf quien el 13 de febrero de 1172 vino a inaugurar esta obra. Se estima que el acueducto aportaba 5 000 m3 de agua potable al día a través de una canalización de unos 17 km de longitud.
Esta fábrica almohade de ladrillo combina arcos de medio punto, algo rebajados, entrecruzados con otros de menor radio. Dependiendo del nivel en que se encuentren, los arcos pueden disponerse en más de una hilada creando diversas alturas.