Comprar antigüedades en El Rastro
La imagen más popular de El Rastro es la de su concurrido mercadillo ambulante que se celebra domingos y festivos. Documentado desde 1740, este mercado fue en sus orígenes un lugar de encuentro para la venta, cambio y trapicheo de ropas de segunda mano, alternativo al negocio de la venta ambulante. Su curioso nombre puede deberse a que como se celebraba en torno al antiguo matadero, las reses muertas que se transportaban sin desollar hasta él dejaban un rastro por el suelo. También en el siglo XVI Rastro era sinónimo de carnicería o desolladero.
Hoy acoge la oferta de más de 1000 vendedores que comienzan en torno a las nueve de la mañana una jornada que durará aproximadamente hasta las 3 de la tarde. Está situado en el entorno de la Ribera de Curtidores, con la plaza de Cascorro como centro neurálgico. El mercado engloba una gran manzana casi triangular delimitada por las calles de Toledo, Embajadores y Ronda de Toledo y se extiende por otras como San Cayetano, Fray Ceferino González, Carlos Arniches, Mira el Río o las plazas de General Vara del Rey y de Campillo del Mundo Nuevo.
Según por qué zona paseemos, encontraremos diferentes artículos, desde artesanía, ropa y complementos, hasta artículos de cocina, cromos, discos y revistas de segunda mano, mascotas y objetos de todo tipo de distinta antigüedad.