EL BOSQUE INUNDADO DE COSMOCAIXA BARCELONA
El Bosque Inundado te ofrece la oportunidad de sumergirte en este ecosistema donde habita el 50 % de la biodiversidad del planeta.
En este fragmento de selva tropical de mil metros cuadrados podrás descubrir algunas de las especies más representativas del Amazonas: caimanes, hormigas, boas, peces, pájaros tropicales y plantas.
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El Bosque Inundado representa un fragmento de la selva amazónica brasileña, un rico y frágil ecosistema que contiene auténticos tesoros medioambientales y científicos. Al entrar encontrarás colecciones de insectos y semillas de esa zona, y una serie de ilustraciones, manuscritos y recursos multimedia que te darán pistas para comprender lo más importante de este complejo y sorprendente ecosistema.
Frondoso, cálido y muy poblado: en este pedazo de selva vive un centenar de especies, entre plantas, invertebrados, peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos. En su interior podrás observar a las hormigas cortadoras de hojas, escucharás cómo pía una tigana y contemplarás a la capibara y al caimán nadar entre la vegetación, en un ambiente en el que cada quince minutos cae una lluvia tropical.
UN TESORO MEDIOAMBIENTAL
El Bosque Inundado te permite adentrarte en un mundo lleno de sensaciones. Representa un fragmento de la Amazonia, donde están todas las selvas tropicales asociadas a la cuenca del río Amazonas, el más largo y caudaloso del mundo y portador de hasta una quinta parte del agua dulce (en estado líquido) de la Tierra. Estas selvas tropicales, llamadas así porque se hallan entre los trópicos de Cáncer y Capricornio, son ambientes donde abundan las precipitaciones y las temperaturas son elevadas. Las condiciones son perfectas para la vida y la diversidad de especies aunque hoy en día multitud de actividades humanas lo están poniendo en riesgo. En concreto, la selva amazónica abarca una extensión de cinco millones de kilómetros cuadrados, de los cuales 150.000 están ocupados por bosques inundados.
Estos bosques, también denominados bosques de várzea, constituyen el 2% de la superficie total de la selva amazónica y se encuentran en llanuras de inundación. A consecuencia de las largas temporadas de lluvias y el desbordamiento asociado de los ríos, se anegan periódicamente, pudiendo estar colmados de agua hasta ocho meses al año. A los pies de sus altísimos árboles viven especies vegetales, muchas de ellas endémicas y adaptadas a vivir sumergidas la mayor parte del tiempo. Las aguas están repletas de peces. Receptores de una gran cantidad de sedimentos procedentes de los ríos, estos ecosistemas se erigen en tierras muy fértiles y son, en definitiva, auténticas despensas donde se aprovisionan tanto la fauna, como los seres humanos asentados a su alrededor.