Ermita Nuestra Señora del Robledo
Se trata una construcción realizada en varias etapas. Su parte más primitiva responde al modelo mudéjar, con tres naves, separadas por arcos apuntados encuadrados en alfiz y presbítero cubierto por una cúpula de media naranja decorada con pinturas murales. A principio del XVIII se realiza una transformación en la cabecera que a fines del mismo siglo terminaría por transformarse definitivamente en el actual camarín con decoración propia del último barroco sevillano.
Se trata de una edificación armónica rematada con una sencilla espadaña sobre la que destaca la linterna final propia del camarín donde se localiza la imagen bajo templete de plata y en cuya base se puede apreciar un tronco de roble, árbol del que recibe su nombre y sobre el que la leyenda cuenta que se apareció al pastor Melchor.
En el porche, en una placa, se puede ver la concesión dada por el rey Carlos IV en el año de 1792 otorgando el privilegio para organizar feria en aquel lugar los días 16, 17 y 18 de agosto de cada año.
El hundimiento de una parte considerable de su techumbre obligó a acometer unas importantes obras de reformas en sus cubiertas, tras las cuales presenta actualmente un remozado aspecto.
El primer sábado de agosto y tras su correspondiente novena la imagen de la patrona es trasladada al pueblo, donde permanece para rendirle cultos hasta el último sábado de septiembre en el que vuelve hasta su ermita en romería.