GODSPELL
EL MUSICAL
La escena arranca en un lugar que bien pudiera ser un almacén de teatro, una desvencijada corrala de vecinos o una iglesia en ruinas.
En ella descubrimos a nuestros personajes, se trata de un grupo de jóvenes aparentemente miembros de un vecindario convocados para tomar una decisión importante que afectará al futuro de sus vecinos y vecinas.
Esta primera escena termina con una figura compuesta por todo el elenco, como metáfora de la puerta que nos traslada a la ficción, donde iremos recorriendo de la mano de cada personaje la transformación que vivirá al tomar contacto profundo con las enseñanza de «un tal Jesús».
Juntos descubrirán la tolerancia y el respeto al diferente, la necesidad de construir y tejer redes de apoyo comunitario, la compasión por cualquier ser humano, la riqueza sostenible y compartida, la libertad de ser y elegir, la corresponsabilidad en la construcción de una buena vida para todos, el derecho a equivocarse y volver a empezar, a dolerse con el sufrimiento del otro, a vivir completos, a reír, amar, cantar, jugar…vivir y, hasta morir.
Poco antes de terminar retomaremos la figura del inicio, en esta ocasión para volver a cruzar la puerta y sentir que realidad y ficción son una.
Y al final, cuando todo acaba, cuando la oscuridad lo inunda todo, Godspell, quizás, puede ser la esperanza de que todo vuelva a empezar.