MERCADO DE LA BARCELONETA
En el año 1884 se inauguró este mercado con el objetivo de abastecer a los vecinos de la Barceloneta de todo tipo de productos, especialmente pescado y marisco. Actualmente, aquel antiguo mercado mantiene el espíritu centenario, aunque, con la remodelación necesaria del año 2007, el recinto se ha modernizado y el Mercado de la Barceloneta se ha preparado para afrontar los nuevos retos del siglo XXI.
El corazón del barrio
La Barceloneta ha sido tradicionalmente el barrio pescador de la ciudad. Se construyó de nueva planta en el año 1753, junto al puerto y fuera de la ciudad entonces amurallada, y en seguida creció y acogió a un gran número de ciudadanos. La actividad marinera del barrio muy pronto dio lugar a un mercado especializado en pescado y marisco, que primero consistía en paradas al aire libre hasta que, en el último tercio del siglo XIX, se construyó un edificio modernista para acogerlo.
El mercado del mar
El edificio, proyectado por Antoni Rovira i Trias, era un espacio amplio y funcional que sustituía a las paradas tradicionales al aire libre. Funcionó durante varias décadas, en las que fue un órgano vital para el barrio, hasta que, al entrar el siglo XXI, se hizo evidente la necesidad de una remodelación. Un colaborador del desaparecido Enric Miralles, el arquitecto Josep Miàs, se hizo cargo de la remodelación del mercado, respetando la estructura original de hierro forjado y paredes de ladrillo, pero lo equipó con ascensores, climatización, alcantarillado e iluminación nuevos, plantas subterráneas y placas solares fotovoltaicas, un hecho, este último, que convierte este mercado en el primero de Barcelona en utilizar energía solar. También destacan los dos restaurantes y el altillo reservado para actos relacionados con el mundo gastronómico.
El mercado asimismo mantiene un compromiso activo con la sostenibilidad, tal como demuestra su Plan de separación de residuos y reciclaje, por el que recibió un premio de la Generalitat de Catalunya.