Museo del Perfume (Barcelona)
El Museo del Perfume de Barcelona, instalado en el Paseo de Gracia, nº 39, se inauguró a mediados del año 1963 con el propósito de mostrar al público la evolución de los frascos y recipientes para perfumes a través de la historia y la geografía. En sus vitrinas se exponen desde recipientes egipcios, griegos, etruscos, romanos, árabes y de otras antiguas culturas, pasando por los esencieros, perfumadores y frascos para perfumes de todas las épocas, hasta las más modernas creaciones de los perfumistas de hoy. El fondo del museo está constituido por cinco mil piezas entre frascos antiguos y modernos, aparte de miniaturas, catálogos, etiquetas y material publicitario antiguo.
El perfume, en todos los tiempos ha sido y es, un producto apreciado y valioso, por lo que, los frascos y demás recipientes que los han contenido, han destacado, desde siempre, por ser originales en sus formas, o valiosos en los materiales empleados, o ambas cosas a la vez. Los frascos antiguos son un fiel reflejo del arte y la cultura de cada uno de los pueblos que lo han utilizado y en la época moderna se puede seguir a través de sus formas y diseños todos los movimientos artísticos que han surgido en un momento determinado de la historia.
La finalidad de este Museo es, por tanto, la de mostrar a los ojos del neófito o del iniciado en la historia de la perfumería y en general al amante del arte, una colección antológica y selectiva de piezas representativas de esta historia, de su infinita variedad, así como del derroche de fantasía que el hombre ha prodigado, para presentar sus creaciones aromáticas. Como si el sentido de la vista quisiera rendir homenaje al sentido del olfato. El Museo está dividido en dos partes bien definidas. Una parte de vasos, perfumadores, ungüentarios, esencieros y otros recipientes de las culturas antiguas hasta la época moderna y una segunda parte donde se muestran los frascos de la perfumería industrializada, o sea desde la segunda mitad del siglo XVIII hasta hoy.
La primera parte está expuesta siguiendo un orden cronológico, en tanto que, en la segunda, los frascos están reunidos por marcas comerciales, sin tener en cuenta el año de su aparición en el mercado. La visita al Museo del Perfume constituye una lección de historia del arte y un placer para la vista.