Parc Ribalta
En el corazón de la ciudad de Castellón se abre el Parque Ribalta, un pulmón verde para la ciudad que fue diseñado junto a la antigua estación ferroviaria, tras su inauguración el año 1868. Se construyó para honrar al pintor Francisco Ribalta, nacido en Solsona (Lérida), pero que se considera castellonense por su relación con la ciudad.
A lo largo de las décadas, ha sufrido varias remodelaciones y ampliaciones, hasta llegar a convertirse en el parque urbano actual, punto de reunión para castellonenses y visitantes. El trazado de los distintos caminos del Parque Ribalta conforman un entramado de pequeños caminos que unen los distintos puntos el Parque.
En el centro del parque se encuentra el Paseo del Obelisco, en el que se levanta un obelisco levantado en el año 1898, que buscaba rememorar la resistencia de Castellón frente al asedio del General Cabrera durante las Guerras Carlistas. Por este hito, la reina Isabel II concedió a Castellón el rango de ciudad y le dio el título de “fiel y leal”, además de los de “constante y excelente”. El actual obelisco no es el original, ya que este fue derruido en 1939 y fue reconstruido en el año 1982, recuperando las inscripciones originales y añadiendo fragmentos de la Constitución.
El Paseo del Obelisco cuenta con una gran plaza central que está rodeada por un gran banco circular donde poder sentarse y contemplar el monumento. En ese mismo espacio hay varios juegos para niños, para que se distraigan mientras disfrutan del parque.
El gran estanque que se ubica en la parte Oeste del Parque Ribalta es otro de los lugares por donde apetece pasear, viendo a los patos, cisnes y palomas que viven en él. Un quiosco ubicado en el antiguo palomar, el templete modernista para la banda de música y la Pérgola, que se utiliza para eventos culturales y sociales son otros de los alicientes para pasear y disfrutar de una de las zonas más atractivas de Castellón.