Parque Campo de San Francisco
Parque San Francisco
Punto de encuentro, símbolo de la ciudad, un oasis relajante en medio del caos, zona de recreo e ideal para hacer deporte, un lugar ideal para los niños... Y podríamos seguir así mucho más tiempo con el fin de presentarte el Parque San Francisco. El pulmón verde de Oviedo, en el que huele a historia y fiestas populares que que sabe a castañas asadas, barquillos o helados. ¿Te apuntas a un paseo por su interior? ¡Vamos a entrar juntos!
Qué ver en el Campo de San Francisco de Oviedo
Es muy complicado, por no decir directamente que es imposible, visitar Oviedo y no pasar por el Parque San Francisco. Lo primero por su ubicación, en pleno corazón de la ciudad, y lo segundo por todas las maravillas que encontrarás en su interior. Tal vez en nuestro caminar nos dejemos guiar por los aromas del algodón de azúcar o del chocolate con churros, y así sin darnos cuenta llegaremos al “Paseo de los Álamos” y una vez allí ya no hay excusa, obligatoriamente hemos de pasear por el Campo San Francisco de Oviedo.
¿Qué vamos a ver en el campo San Francisco de Oviedo? Pues muchos metros cuadrados de zonas verdes, en los que disfrutar de alrededor de 951 árboles. Por cierto, cada ejemplar lleva su placa identificativa para ayudarnos a saber más. Datos como su edad -algunos superan los 300 años-, o la altura, alcanzando los 40 metros, te serán muy útiles para comprender el gran valor de este espacio. Y si hablamos de vegetación, ¿quieres saber una curiosidad del San Francisco? En uno de sus extremos inferiores creció el árbol más emblemático de la ciudad: el Carbayón.
Pero además de esto, un paseo por el Parque San Francisco da para mucho más. Por ejemplo, para encontrarse con huidizas o ardillas. O quizás con algún pavo real que nos muestre toda su gama de colores. Tampoco pasarán desapercibidos los patos y cisnes que se encuentran en el estanque y con los que disfrutaréis mucho, sobre todo los más pequeños.
Por todos es sabido que Oviedo es la ciudad de las esculturas y el campo San Francisco no iba a ser menos: Amor y Dolor, de Victor Hevia; San Francisco de Asís, obra de Enrique del Fresno; La Torera, de Mauro Álvarez y quizá una de las estatuas más queridas y más importantes de Oviedo, Mafalda (de Pablo Irrgand), niña mimada de 'Quino', inaugurada por el genial autor con ocasión de su Premio Príncipe de Asturias de Humanidades y Comunicación en el año 2014.
Como hemos visto, el Campo de San Francisco es un excelente lugar para pasar un rato muy agradable de los tantos que disfrutaréis durante vuestra escapada a Asturias y quizás con un poco de suerte podamos irnos de él con el eco de las notas que desde el quiosco de música nos ofrece la banda municipal. ¿Quién sabe?