Plaza mayor de Salamanca
El sol de invierno o primavera que “sana” el cuerpo y el espíritu.
Es una de las plazas más bellas de España y del mundo y uno de los monumentos barrocos capitales de la arquitectura peninsular.
Desde su terminación, esta típica plaza castellana, ha sido punto de encuentro de salmantinos -que lo consideran su salón de estar-, y forasteros.
Declarada Monumento Nacional desde 1935, en la justificación técnica y artística se afirma que es "la plaza más decorada, proporcionada y armónica de todas las de su época existentes en España".
Tiene 88 arcos y numerosos medallones labrados.
Al igual que hoy en día, en la plaza se celebraban las actividades religiosas, civiles y lúdicas más importantes de la ciudad: corridas de toros, procesiones e incluso ajusticiamientos. Por ello algunos dueños de las viviendas alquilaban sus balcones a los espectadores a un precio bastante elevado.
Curiosidades y leyendas
En 1954 desaparecieron los jardines que fueron colocados a mediados del siglo XIX. Estos jardines marcaban un curioso rito por el que los hombres daban vueltas a su alrededor, en sentido de las agujas del reloj, y las mujeres en sentido opuesto. La plaza era un punto de encuentro civil y por tanto también de cita amorosa.
Cada 15 de agosto se coloca sobre la espadaña del Ayuntamiento un mástil, coronado por una figura del toro, con la bandera de España. Esta figura, que recibe el nombre de "Mariseca", se coloca para señalar la proximidad de las fiestas de Salamanca y no se retira hasta que éstas han concluido.
Fecha de construcción
- Entre 1729 y 1755