Vetusta Morla
Tardaron diez años en sacar su primer disco, pero desde que Vetusta Morla irrumpió en el panorama musical en 2008, con la canción ‘Un día en el mundo’, el pop alternativo español comenzó a tener un nombre más en su santoral. Si en ese universo heterogéneo que algunos definen como indie hay divisiones y categorías, no cabe duda de que ellos juegan en la primera.
Desde ese álbum, todo ha ido rodado para los madrileños. No han tardado casi nada en situarse como, probablemente el grupo más deseado (y respetado) de nuestro país, siendo responsables de que el pop independiente sea actualmente de consumo mayoritario. Y viniendo de abajo, que en sus primeras actuaciones apenas fueron unas decenas de personas, siendo curiosamente un grupo que ha actuado en todos los espacios de cada ciudad, subiendo escalón a escalón, duplicando en cada visita el número de espectadores anterior, hasta llegar a polideportivos y festivales multitudinarios.
Vetusta Morla nació a finales de los años 90 en la localidad madrileña de Tres Cantos tomando su nombre de la tortuga de la novela juvenil ‘La historia interminable’, de Michael Ende. En febrero de 2008, como ya se ha dicho, editan su primer cedé, que fue calificado como 'el mejor primer disco de un grupo en la historia del rock español' por el periodista musical Santiago Alcanda. Sin ninguna prisa publicarían posteriormente ‘Mapas’ en 2011 y a principios del siguiente la BSO del videojuego ‘Los ríos de Alice’. ‘La Deriva’ y 'Mismo sitio mismo lugar' confirmarían su situación ya estelar.
Musicalmente se les ha encuadrado en unas coordinadas similares a las de Radiohead, sin duda una de sus referencias, con unas canciones intensas, a veces casi claustrofóbicas y que a menudo necesitan de varias escuchas para ser bien digeridas y que sirven de base a unas letras con una evidente carga poética
El 2020 es el año de 'Canciones dentro de canciones', gira y disco, en el que reinterpretan también alguna de sus anteriores composiciones haciendo bueno el nombre del disco. Después, en 2021, editaron ‘Cable a tierra’ con la discográfica independiente Pequeño salto mortal y la distribución de Sony. Es un disco en el que la banda ha querido innovar, adentrarse, según sus propias palabras, en el folclore de los dos lados del Atlántico, aunque sin interés en apropiarse de nada sino de incorporar esos elementos a su sonido, que por lo demás sigue basándose en el pop-rock con matices de música electrónica.
El acercamiento a América no es casual. El grupo de Pucho -inconfundible vocalista e imprescindible en la carga emotiva del grupo- ha trabajado mucho su situación internacional en Hispanoamérica, con giras en Argentina y México. El grupo, de hecho, cada vez tiene más aceptación al otro lado del charco y sigue manteniendo, además, su vitola de grupo auténtico en su país de origen.