YO SOBREVIVÍ A LA EGB
Quien crea que hubo o existirá un tiempo mejor a los ochenta está confundido. Naranjito, aquella mascota más rechoncha que el balón que sujetaba en su brazo izquierdo, fue el pelotazo mundial que dio paso a una generación irrepetible. La de las pachangas en la calle, la de las excursiones en Orbea o BH, la de los cromos de Panini, la de las chuletas bien apuntadas en la carne, la Superpop y las mejores canciones que se han escuchado en la radio. La generación EGB. La que con apenas diez años flipó con Cobi y soñó, algún día, con disputar los Juegos Olímpicos. Yo sobreviví a la EGB. Jordi Meca también lo hizo. Iván Vilches también. Y si tú también lo hiciste, no te puedes perder este espectáculo de humor y música.
Porque ningún tiempo fue ni será mejor que el nuestro. Porque aunque entonces nuestra infancia era una desgracia y todos los problemas cabían en nuestra mochila de tres litros y sesenta kilos de capacidad, ahora aquella tierna edad fue insuperable y aquellos problemas, para partirse de risa. Los pines, las chapas, las tizas convertidas en proyectiles, la enciclopedia Larousse, la baticao, las cabinas de teléfono, los radio cassettes y sus cintas, los Duncan Dhu, Los Secretos y Los Hombres G. caben sobre este escenario superviviente a toda una generación que dio paso a la ESO… y a todo eso que nunca ha vuelto a ser lo mismo.